Proyecto ¿Comemos Sano?

Responsable del proyecto: Dra. Marisol Vallejo

 (Facultad de Ciencias Naturales – UNPSJB Sede Trelew)

Escuela Luis F. Leloir Nº 751

Ciclo lectivo 2012

Introducción

La alimentación es un acto voluntario que realizamos cotidianamente. Sin embargo, es importante observar que no todos nos alimentamos de igual modo. Esto depende de varios factores, entre ellos:

• Los gustos y hábitos.
• Los alimentos que tengamos al alcance y podamos adquirir.
• Las costumbres de la familia y la sociedad en que vivimos.
• Ciertas creencias individuales y sociales.

No siempre estos factores favorecen una “buena alimentación”. A menudo, la escasez de recursos económicos hace que la cantidad o la calidad de los alimentos que se consumen no sean adecuadas. En otros casos, las formas de alimentarnos se repiten de familia en familia. Simplemente tenemos “la costumbre” de comer determinados alimentos o preparaciones, en determinadas ocasiones. Otras veces, por la suposición o la propaganda engañosa de que tal alimento “hace bien” o “hace mal”, o tal otro “engorda”, los consumimos o dejamos de hacerlo. Muchas veces, estas creencias no tienen fundamento científico, son modas que se instalan, en la mayoría de ellas juega un papel fundamental la publicidad y los medios masivos de comunicación.

En la Argentina hay abundancia y variedad de alimentos, sin embargo, el principal problema alimentario de muchas personas es la dificultad para acceder a una adecuada alimentación. Con respecto a la salud, en nuestro país conviven dos tipos de problemas nutricionales, uno por exceso y otros por defecto. En el primer caso se encuentran las enfermedades crónicas de alta frecuencia en nuestra población adulta y en los últimos años se ha extendido a niños y jóvenes (obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares, etc), donde los estilos de vida relacionados con la alimentación están estrechamente asociados. En el segundo caso se incluyen enfermedades como la desnutrición crónica o la falta de ciertas sustancias nutritivas específicas. Ambos tipos de problemas pueden ser prevenidos con intervenciones adecuadas. Una de esas intervenciones es la Educación Alimentaria y Nutricional, a través de la cual es posible promover estilos de vida saludables, concibiendo la educación como un proceso mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.

Fundamentación

Durante el ciclo lectivo 2010 las profesoras orientadoras detectaron problemas relacionados con la alimentación en los alumnos ingresantes a primer año. Entre ellos, principalmente la falta de desayuno y una escasa variedad de alimentos, con el problema que conlleva este mal hábito (falta de atención y concentración de los alumnos, cansancio, etc). Atendiendo a estas necesidades particulares, durante el ciclo 2011 se propusieron diferentes prácticas pedagógicas para el mejoramiento de la enseñanza y los hábitos saludables en la alimentación. El proyecto se desarrolló en el marco institucional como una herramienta de trabajo, de construcción compartida entre alumnos, padres y docentes, con el propósito de revertir y/o mejorar esta problemática. Cabe destacar que, esta propuesta forma parte del proceso permanente de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en el ámbito escolar, teniendo en cuenta la función social de la escuela y la diversidad de intereses y necesidades de la comunidad. En consecuencia, nos propusimos para el corriente ciclo lectivo la implementación del proyecto en conjunto con el docente (POT o preceptor/a) a cargo de los alumnos. Para tal fin, el POT colaborará de manera directa coordinando con los docentes los días y horarios pautados para las actividades del proyecto.

Durante los  encuentros se desarrollarán diferentes ejes, cada uno se iniciará con  una o dos preguntas problematizadoras y/o mensajes, junto con la enunciación de los propósitos de la clase, y continuará con una secuencia de actividades didácticas.